Fajol de La Garrotxa: Farinetas y Crêpes
Estuve en La Garrotxa, por Olot y Santa Pau, y no resistí la tentación de comprar harina de fajol (trigo sarraceno) con el propósito de preparar unas farinetes y poder darlas a probar a mis amistades madrileñas.
El fajol (trigo sarraceno) es un cultivo muy característico de esta comarca gerundense, que en los últimos años disfruta de un renacimiento. Durante años parecía que su uso había casi desaparecido. Otros productos más refinados la habían apartado de los fogones. Gastrónomos de la zona, restauradores de la cocina volcánica la promocionan en nuevas recetas. En la actualidad decir fajol es trasladarse a la Garrotxa.
La harina de fajol (de trigo serraceno) no es exactamente un cereal. Es una planta que da un fruto pequeño (algo más grande que el grano de café), oscuro y de tres caras, que tiene un color grisáceo y que primordialmente se usa para hacer harina.
Yo aquí les presento dos recetas con harina de fajol. Una, la más tradicional, farinetes de fajol y, la otra, algo más actual, en forma de crêpes. En realidad se puede también usar para hacer otras preparaciones, sola o mezclándola con harina normal.
Farinetes de fajol
125 gr. de harina de fajol (trigo sarraceno)
250ml de agua
Aceite para freir
Azúcar o miel o ratafía
En un cazo mezclar la harina con el agua y llevar al fuego hasta conseguir una masa muy consistente (aunque la comparación sea mala tiene que parecer cemento) sin dejar de remover (cuesta) hasta que la cuchara se sostenga de pie sin sujetar.
Poner la masa en un molde y dejarlo en la nevera al menos 8 horas. Después se saca del molde y con un cuchillo se cortan rebanaditas finas, que iremos friendo en una sartén con aceite. Las ponemos sobre papel absorbente para quitar un poco el aceite sobrante y las rociamos con miel, azúcar o una reducción de ratafía (para hacerlo todavía más garrotxi)
Crêpes de fajol
(salen 5 o 6 crêpes)
125 gr. de harina de fajol (trigo sarraceno)
2 huevos
300 ml. de leche
Sal
1cc de aceite
Mantequilla para la sartén
Relleno: yo las hice con nata y fresas, pero también se pueden hacer de chocolate, mermelada, o de un relleno salado (queso, jamón, pollo, verduras), según gustos o imaginación del cocinero.
Mezclar los huevos, la leche, la harina, una pizca de sal y la cucharadita de aceite, y lo dejamos reposar media horita en la nevera.
En una sartén antiadherente ponemos un poco de mantequilla y echamos como media taza de la masa y repartimos rápidamente por todo el fondo. Le damos la vuelta y cuando está dorada la sacamos. No hay que tostarlas pues quedarían duras.
M´agrada molt llegir la teva vessant culinària. La botifarra dolça és un dels meus plats estrella quan venen els familiars d´en Mogens , sobre una torrada caramelitzada i poma …. De farinetes en vaig menjar de petita però ja no m´en recordo, a veure si faig alguna de les receptes que indiques i puc opinar.
Un altra menja gironina que hauriem de recordar és el xuxo, el «chucho» per alguns.
Una abraçada
Si el xuixu bonissim. M’encantan. Algun dia els faré pels meus amics de Madrid